Facturación récord, apertura de nuevos mercados y adquisiciones son algunas de las señales que ilustran el buen momento del mercado del lujo.
La noticia más reciente fue la adquisición de las joyerías Bulgari por parte del grupo Louis Vuitton Moëtt Hennessy (LVMH) por unos 4300 millones de euros.
Con esta operación se amplía el abanico de marcas de LVMH, entre las que también figuran, entre otras, TAG Heuer, Fendi, Kenzo, Dona Karan, Givenchi y Dior, actualmente en primer plano por el despido del diseñador John Galliano.
«En términos corporativos el mercado del lujo no difiere de otros mercados», dice Diego Schvartzman, director de Maison de Luxe, una consultora especializada. «Las noticias sobre adquisiciones no hacen más que reflejar el poder de reacción frente a los buenos resultados que muestra el segmento, a pesar de las condiciones económicas adversas en Europa, Estados Unidos y Japón.»
El especialista destaca que por primera vez es puesto a consideración el cliente latinoamericano. «Estas marcas quiebran récords de facturación. Hoy la fuerza viene de Asia/Pacífico y de América latina», agrega.
El megagrupo LVMH no sólo fue noticias en las últimas semanas por sus operaciones financieras.
Dior, una de sus casas de moda, despidió a Galliano, su diseñador ícono, tras un bochornoso escándalo por declaraciones racistas y antisemitas.
Constanza Sierra, directora de Essentia Consulting, alerta que la operación Bulgari no fue una reacción al incidente de Dior sino parte de los constantes movimientos de LVMH.
Y señala que sumaron a una de las marcas más rentables en joyas que aún estaba en manos de la familia fundadora, que ahora tendrá algunas posiciones en el directorio del grupo francés.
«Para encontrar al reemplazante de Galliano en Dior van a tener que agudizar el ingenio, pero puede que muevan a alguien de otras de sus marcas, como el diseñador de Givenchi, que ya se baraja», cuenta Sierra.
Todas las marcas de elite tuvieron un origen familiar, pero sólo unas pocas como Chanel y Hermès se mantienen aún en manos de los descendientes de los fundadores originales. La mayoría pasó a formar parte de los grandes conglomerados como LVMH, Richemont (Cartier, Piaget, Montblanc, etc.) y Pinault Printemps Redoute (Gucci, Yves Saint Laurent y Alexander McQueen, entre otras).
En octubre pasado, LVMH tuvo una avanzada sobre Hermès al comprar el 20% del paquete accionario. Fue una entrada hostil en el capital de la firma de artículos de cuero que el año pasado incrementó un 27,8% sus ganancias. Se hizo sin el conocimiento de la familia controlante, que posee el 70% de la compañía.