VUELVE EL LUJO: EL SORPRENDENTE APOGEO DE LOS CONSUMOS GOURMET DE ALTA GAMA
La escena se repite con frecuencia en Buenos Aires: un hombre desprevenido pasa por la puerta de una vinoteca y ve a un cliente saliendo del local con una caja de Quimera 2008, de Achával Ferrer, que en vidriera se anuncia a 1800 pesos. “¿Quién se patina el valor de un alquiler mensual de un depto dos ambientes en seis botellas de tinto?”, se pregunta.